El amigo Pere / Pedro os manda saludos y agradece las felicitaciones enviadas. Concretamente a M.A. y a Julián, les manda un abrazo. A mí, me ha obsequiado con otro de sus textos, que espero os gusten. Gracias, amigo!.
Billete de ida
El conductor de la línea 69, que va del extrarradio sur hasta el centro de la ciudad, no entiende por qué la joven de cabellos rizados y minifalda a cuadros es la última en subir al autobús y prefiere pagar el viaje en efectivo, y por qué cierra su mano en torno a la mano del conductor cuando recoge el cambio, al tiempo que sonríe y da las gracias con una voz que no parece de este mundo. No entiende que se contonee más allá de lo previsible cuando viene una curva cerrada, y que al quedar asientos vacíos haga como que no los ve, y permanezca siempre de pie, en la parte delantera del vehículo. Por ello piensa pedirle explicaciones la próxima vez que la vea. Cuando se la vuelva a encontrar le preguntará por sus intenciones, antes de devolverle el cambio. Si sube de nuevo en aquella misma parada no consentirá que baje, a menos que justifique su comportamiento, tan osado y provocador. Eso es, no lo piensa consentir -se dice a sí mismo el conductor de la línea 69-. Y en ese punto decide dejarlo estar, cuando se da cuenta de que habla solo por la calle.
junio 2, 2008 en 11:21 am
Muy buen retrato despiestes, cretinismos y mediocridades de la condición humana, de nuevo felicitaciones, gracias por los abrazos e ídem, saludos, Julián
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