IoSonoValeria

Mi diario de a bordo


Deja un comentario

Yo confieso. Cómo titular un post.

Sí, confieso que no era este el post que tenía en mente para hoy.

El motivo es que, gracias  a ciertas circunstancias favorables, próximamente tendré una experiencia que me va a hacer escribir el artículo con aún más conocimiento de causa. O valorando otro punto de vista al menos. Así que he decidido aparcar ese «sabroso» tema hasta dentro de unos días y hoy me voy a centrar en otro asunto que también es de interés: cómo titular un post.

O, más concretamente:  de qué forma podemos atraer la atención sobre lo que escribimos para que en efecto, nos lean. Triste es la sensación de preparar un artículo y que después no se obtengan las lecturas deseadas. Así que vamos a ver qué podemos hacer para mejorar esos resultados.

Esto ocurre también en la literatura: un título sugerente en la portada de un libro consigue más ventas. En el caso del marketing digital, tenemos que seducir de igual manera.

A tener en cuenta asimismo que podemos aprovecharnos de la visibilidad que consigamos en redes sociales, pero después tenemos que dirigir la atención del lector / usuario / posible cliente hacia nuestro blog corporativo o página web para que lleve a cabo la llamada a la acción que deseemos: la compra de nuestro producto, una suscripción a la newsletter, el registro en nuestro blog para que el usuario reciba una notificación cada vez que lo actualicemos, una recomendación, etc. Así que: post en el blog bien titulado y difusión en las redes sociales para obtener más audiencia y lecturas.

Una vez aclarado este punto, paso a detallar algunas pautas para que el artículo que escribamos en el blog reciba la atención que necesitamos.

El título perfecto

Procura ser lo más original posible.

No llama la misma atención este título:  «nuevo artículo sobre técnicas SEO» que este otro: «Black Hat SEO vs White Hat SEO«; un post por cierto del que os recomiendo su lectura a propósito de para quién escribir: si para los buscadores (Google, Bing, Yahoo, etc.) o para el usuario.

Al segundo título del ejemplo es muy probable que le dediquemos un segundo más de atención, lo justo para decidir si hacer click y leer el artículo que es al final lo que pretendemos. Lo haremos porque el título es diferente, porque quizá desconozcamos esa nomenclatura en estrategias de posicionamiento SEO o porque nos trae el recuerdo de algo de lo que tuvimos noticia y ahora no recordamos qué es. En cualquier caso, el objetivo se ha conseguido.

En mi caso varío bastante, pero algo que me gusta especialmente es mezclar conceptos: «Morbo, Daft Punk & Hollande«, por ejemplo. ¿Qué tienen que ver el grupo de música con el Primer Ministro francés y el morbo? Algo había, algo había, así que os invito a leerlo …

De vez en cuando también recurro a los recuerdos, como es el caso del post titulado #Beso#Atrevimiento#Verdad  o a personajes históricos o célebres, como Corleone y el Rey Hierón.

En cualquier caso (este tipo de títulos pueden gustar o no), esa forma de titular logra algo para mí importante. Me identifica. Da una pincelada a mi marca, a mi estilo de escribir post, ¿no creéis? Por lo tanto, si he logrado que un lector / usuario / compañero de fatigas / empresario / etc.  lea el artículo, habré conseguido dos objetivos: que me lea (aumento de visitas al blog, luego mejor presencia y ranking en buscadores) y que identifique mi estilo o marca.

Uso de hashtag y cuentas de usuarios de Twitter

Esta es una forma de primero, identificar el post en Twitter, la red de microblogging,  y de mencionar a los mencionados (valga la redundancia) en el artículo en segundo lugar.

Después de unos cuantos y necesarios «prueba y error», me decanto por esta: la de usar mi máxima de ni Juan ni Juanillo: no abusar de hashtag (uno o dos máximo) en el título y cuidado a la hora de mencionar a otras personas. Si bien para la primera puesta en escena del artículo me parece una opción buena ya que los mencionados lo vienen a saber (y de paso los seguidores de los mencionados …), a la hora de volver a difundir el post, si lo hacemos en un corto plazo de tiempo yo no lo incluiría. Me refiero por ejemplo a éste título (que incluí yo cuando lo escribí: Motivación para emprender @cristinaOB2012. Cada vez que se redifusione este post en Twitter  le saldrá una notificación a @cristinaOb2012 .

Si esto ocurre una vez por semana no tiene importancia y creo que es beneficioso para ambas partes, pero si la redifusión es diaria o muy seguida puede llegar a cansar a esa persona. (Si es el caso, Cristina Ordoñez Ballesteros, mil disculpas 🙂 ). Aquí debemos jugar un poco con la diplomacia, y un poco con la intuición. Lo mejor a mi parecer: consultar con la persona que mencionemos en el artículo para ver qué predisposición tiene, sobre todo si no entra dentro de nuestros círculos más cercanos.

Para evitar las menciones de más, al compartir desde el mismo artículo modificaremos el texto del tweet; la url del artículo no cambia pero podremos eliminar la mención a esa persona.

Como habéis podido leer, hablo a menudo de «prueba y error». Es necesario comprobar constantemente qué funciona y qué no; qué nos puede aportar una buena visibilidad y qué puede hacer que por el contrario aburramos a los lectores o usuarios. (Y como siempre digo: el mundo digital es rápido y cambiante. Lo que sirve hoy puede que no lo haga mañana).

Títulos cortos vs títulos largos

Ya sabemos que todos, escritores, blogueros, lectores, usuarios, empresarios, estudiantes, etc., andamos muy cortos de tiempo. Pasa delante de nuestros ojos tantísima información a lo largo del día que mucha la pasamos por alto por un título excesivamente largo. Pero claro, combinar un título que llame la atención y que a la vez explique de qué estamos hablando (aquí sí que Google nos observa con detalle …), a veces es complicado.

Sin ir más lejos, a la hora de titular este post he estado meditando si era mejor un «Yo confieso» a secas que incitara la curiosidad de los posibles lectores  o incluirle (como en efecto he hecho al final) una explicación sobre el contenido del artículo.

¿Por qué he tomado esa decisión? Me he decantado por esta opción porque y también es algo a tener en cuenta, es positivo incluir en el titular el tipo de beneficio que obtendrá el usuario al leernos.

Resumiendo

Ponerle un título a un artículo no es nada fácil. Hay quien tarda más en titular que en escribir el propio post. En internet encontraréis muchísimo más material sobre cómo lograrlo y os invito a leerlo.

Mi consejo: observar y medir. Probar, equivocarnos y rectificar TODAS LAS VECES NECESARIAS.

(Casi se termina este #MartesY13, pero aún queda hueco para este Tuesday’s gone de Metallica)

Sed felices, besos mil,

Valeria