De que los community managers somos personas como otras cualquiera pero con un nombre más chic, va a quedar demostrado esta tarde noche de viernes. Resulta que sabemos reírnos, divertirnos e ironizar como el que más; de hecho casi es un deber, porque en redes sociales, como en la vida «normal» hay que ver las cosas bajo un prisma de divertida ironía de vez en cuando. De esta imagen …
se pueden hacer muchas lecturas. Y eso hemos hecho esta tarde de viernes en Facebook, entre tres personas que andamos enredadas entre redes … Hacer #GuauGuau. Una de esas lecturas es la misma que la de hace un par de días sobre los #LindosGatitos.
Si algo se viraliza porque gusta, es que tiene target, tiene un público al que le interesa. La otra lectura podría ser más peliaguda, y referirnos a que si en Twitter, Facebook o cualquier otra red social, alguien en concreto hace un #GuayGuau alto y claro muchos le siguen solo porque esa persona tiene un caché y «mola». Lo malo es que … a veces si se lee lo retuiteado o compartido.
Yo hago una tercera lectura: todos tenemos un ego que se alimenta estupendamente cuando vemos que nos retuitean o comparten. En mi caso se nutre aún más cuando esas situaciones favorables le ocurren a una cuenta cliente. En realidad creo que en esta última frase está el quid de la cuestión. ¿De quién se trata? ¿Del éxito del community manager o del de uno de nuestros clientes? ¿Qué haría un community sin clientes? Lo mismo que uno de nuestros clientes sin audiencia, sin sus propios clientes: NADA.
Lejos de encumbrar entonces a esta figura profesional, creo que hay que reconocer que un community es persona y como tal tiene momentos bajos, altos, más inspirados o incluso de cabreo monumental. Lo bueno de las redes sociales es que puedes desahogarte a gusto.
Lo malo, que como siempre digo, todo lo que se hace en internet se queda, y lo que no, también.
Hay otra lectura más si me permitís … los viernes, qué malos son. Consejo: no «gastes» tus mejores recursos un viernes noche, salvo que seas un local de ocio y restauración :).
Este post está dedicado especialmente a Ignacio Pérez de Comonó Comunicación que aporta un excelente mensaje>»un Community Manager debería tener derecho a frivolizar en las redes sociales, entendiendo frivolizar como ayuda a eliminar la tensión, reducir la seriedad de contenidos que por su dimensión no favorecen la generación de emociones a la hora de viralizar.»; y a Miryam Martínez Posadas, futura periodista turística que resume su opinión en «antes de ladrar, comprueba el estado del perro«.
Va por vosotros y nuestros #GuauGuau.