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Mi diario de a bordo

Carmen Córdoba: Nimiedades

9 comentarios

Os dejo una reflexión de nuestra florecilla. Porque ella lo vale (aunque a veces se le olvida, ¡horror!)

Nimiedades.

Una nimiedad. Eso es lo que es. Eso es lo que tiene la capacidad de cambiar el estado de ánimo de una persona. Esa tontería que no sabes muy bien porqué pero que te cambia en fracciones de segundo.

Y es que el paso de mal a bien es mucho más corto que el de bien a muy bien… pero los dos son sólo un paso. Por eso aunque se den igual la sensación de extrañeza es mayor en el segundo caso.

¿Tienen sentido entonces las dos sensaciones ínfimas de la escala? Si es posible ascender mediante fenómenos triviales, parece absurdo mantenerse en peor posición pudiendo estar en otra mejor. Pero no es algo sin sentido, es conveniente el dinamismo entre las sensaciones porque mantienen el extrañamiento alerta y eso es lo que hace mover de nuevo el generador de sensaciones.

Ha sido una vuelta a la sensación máxima que se puede sentir fuera del amor en sí. Es una sensación por encima del deseo sexual aislado, es un deseo pasional, un deseo de unión.

Autor: valeriatittarelli

Redactora freelance, community manager y bloguera. Investigación y generación de contenidos para redes sociales y blogs. Artículos, notas, reportajes.

9 pensamientos en “Carmen Córdoba: Nimiedades

  1. Muy bueno. No se trata de un quantum metafísico, que también podría ser el caso, sino de un hechizo de fusión, síntesis y mixtura, por lo que dezuzco de tu sesuda reflexión. Y no lo digo en broma. Me recuerdas mucho la idea de la armonía preestablecida de la teoría de las monadas de Leibniz.
    Si funcionaramos a un 10% de lo que describes la paz no sería un negocio y el gozo un imposible casi de venta ambulante.
    Carmen me acabas de hacer pasar un tiempo sin contar de placer intelectual y sensitivo, muchas gracias, saludos, excelente la idea del extrañamiento, ¿será porque estamos en una floración de perdidas?
    Un abrazo de nuevo, que disfrutéis en abril en Granada, Julián

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  2. Gracias Julián! No sé cuánto tiempo hace que escribí esto… Me lo ha recordado Valeria hoy con su estado de ánimo. A todos nos ha pasado alguna vez (y a Valeria últimamente más de una vez jaja), que estando mal, o un poco pesimista, algo te hace dar un giro, que te salga la sonrisa tonta, que les veas menos incovenientes a las penas… en realidad, sea de donde sea que sale esa alegría, es solo darte cuenta de que es más valiosa que la pena que te absorvía antes. Pero ese darte cuenta, ese extrañamiento, no se produciría sin el estado anterior y es ahí donde está esa felicidad… en la nimiedad que supone una centésima de segundo en que te das cuenta de que existe la posibilidad…
    Besitoooos! Gracias otra vez, Julián.

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  3. Me ha gustado mucho tu reflexión, Carmen. Cuánta razón hay en una nimiedad.
    Y sí, también me ha pasado muchas, muchas veces.
    Besotes

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  4. Si al final estamos todos cortados con la misma tijera… Besitos

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  5. Bueno, de nada, Carmen, de verdad. Había contestado a tus agradecimientos, pero no ha llegado mi envío. Decía, más o menos, que ese instante es indefinido, pero comunicable de ahí su grandeza atemporal, es propio, pero se puede contar.
    Sí, nos corta la misma tijera, je,je, y el patrón de este barco lleva buen rollo y todavía no nos manda a galeras, saludos, besos y abrazos, Julián Sánchez

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  6. Mira, Carmen, la distancia que nos separa, por ejemplo, de dar o no un beso puede ser de apenas un milímetro, retirar los labios en el último momento o estamparlos en los morros del otro, pero la distancia emocional que media en ese «casi» es de abismos. Es la voluntad humana o la falta de ella la que convierte una emoción en su contraria, un vacío en una caja llena de tesoros.
    Tu reflexión es, como dice Julián, muy leibniziana, yo diría incluso parmenidiana, por aquello del ser inmutable y eterno de Parménides que a los hombres, reducidos a tiempo y espacio, a emociones efímeras y aparentes, nos está vetado.
    ¡Vaya coco tienes, Córdoba!

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  7. Hiciste muy bien en publicarla Valeria, miles y millones de puntos para la anfitriona, je,je, saludos y besos, Julián

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  8. Gracias, Julián.

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  9. Gracias Miguel Ángel!! Qué mejor que no ser inmutable y eterno… jaja Es la voluntad humana la que hace de ese paso o de esos milímetros abismos, es de la voluntad humana por tanto de donde salen los sentimientos, el decidir incluso si dar cabida a uno o a otro, no?
    Me uno a Julián, gracias por publicarlo Valeria, está trayendo coba…

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